El Status Quo: La que roba la bendición a la Iglesia
junio 17, 2023
Hank Hanegraaff escribió en 1993 un libro cuyo título es
perturbador: cristianismo en Crisis. En ella detalla la desviación de la verdad
de la fe hacia la mitología, la disminución de Dios y de Cristo, la conformidad
cultural, etc. No cabe duda de que esto se ha complicado mas en este siglo
postmodernista donde la sociedad, como afirma Teo Donner, esta sumida en el
hedonismo, el narcisismo y el consumismo que tienta a los creyentes a caer en sus
garras.
Lamentablemente, el Centro para el Estudio del Cristianismo
Global (CECG) muestra que el cristianismo, entre el 1910 y el 2010 decreció en
un 1.6% y entre el 1970 y el 2020 la adhesión religiosa cristiana en Hispanoamérica
perdió un 2.1% en solo 50 años. ¿Qué pasó con el ir y haced discípulos a todas
las naciones? De seguro muchos tendrán diferentes respuestas para justificar
esta lamentable baja de crecimiento. Por lo contrario, Rodney Stark en su libro
La expansión del cristianismo, detalla desde un estudio investigativo sociológico
que el cristianismo, en los primeros 4 siglos, creció a un ritmo acelerado de
un 40% por decenio; pasando de 4000 nuevos creyentes en Jesús como el Cristo a
finales del siglo I a 38 millones de cristianos antes de finales del siglo V. En
solo 350 años el cristianismo había llegado a la mitad de la población del
imperio romano. ¿Qué aprendemos de esta herencia histórica de crecimiento, impacto
y transformación en la iglesia primitiva comparado con la negligencia de la
iglesia contemporánea de estos últimos dos siglos? Dejar el Status Quo. Eso es
lo que está robando la bendición y la obligación que tenemos de ser “bendición a
todas las naciones” (Gn. 12:3).
Status quo viene del latín que significa “el estado actual
de las cosas”. Y las cosas en la iglesia del presente no están nada bien. Bajo el lema “Jesús es Señor”
multitudes están siendo engañadas por un evangelio de avaricias y están enarbolando
evidentes doctrinas de cultos metafísicos. Convencido de que lo que oyen es la cosa
real, de hecho están siendo llevados no mas a una barata falsificación. Las verdades
eternas de la palabra de Dios están siendo pervertidas, convirtiéndolas en una mitología
perversa y todo mientras el cristianismo está hundiéndose en una crisis de proporciones
sin paralelos.[1]
Por otro
lado, Las crisis sociales, políticas y económicas en el mundo debería ser una
oportunidad para que la iglesia sea sal y luz. Pero mas bien la crisis de la
iglesia esta dando una imagen distorsionada de la misión que se le ha
encomendado. Sí creo que
es importante que en ese mundo en crisis los cristianos aprendamos a dar
testimonio del poder de un Dios que es nuestro amparo y fortaleza, y que por
tanto no temeremos, aunque tiemble la tierra y se traspasen los montes al
corazón de la mar.[2]
Es cierto, la iglesia siempre ha encontrado la oportunidad para
innovar a través de la historia y, a través de ello, a impactar. Pero cuidado
con la innovación que no lleva a la iglesia a ser lo que debe ser. Michael Gohenn,
reconocido misiólogo protestante, exhorta a “Ser un pueblo que sale de sus trincheras
y que llama a las personas a acercarse y unirse a Dios en Cristo Jesús. Una iglesia
que desafía su status quo invitando a todos a unirse en el camino y la materialización
de la shalom de Dios en el clímax de la historia. Para ser un pueblo que vive y
es para un propósito: ser de bendición para el mundo. Dejar el status quo
implicara que la vida de los creyentes eche raíces más profundas en la cruz y
la resurrección y clamen por la obra del Espíritu que nos da el poder para
hacer esta tarea. Caso contrario, como profetiza mi coterráneo René Padilla: Una
iglesia que no se compromete con la misión de Dios y su propósito, y vive estancado
y contento con su status quo, deja de ser iglesia y se convierte en un club
religioso, un mero grupo de amigos con buenas intenciones o una agencia de ayuda
o bienestar social… una iglesia así no encarna los valores del reino de Dios,
su amor y su justicia… peor aún, no producirá un impacto que transforme la
sociedad.[3]
Que el status quo no nos robe la bendición que Dios nos ha encomendado.
[1] Hank Hanegraaff, Cristianismo en Crisis (Oregon: Harvest House Publishers, 1993), edición PDF, 10-11.
[2] Justo L. Gonzales, Mapas para futura Historia de la Iglesia (Buenos Aires: ediciones Kairos, 2001), edición Logos 10, 8.
[3] René C. Padilla, ¿Qué es la mission
integral? (Buenos Aires: ediciones Kairos, 2006), edición PDF, 15.
0 comentarios